Vehículo urbano – caso práctico

En este artículo vamos a ver un caso práctico de un vehículo urbano totalmente eléctrico.

El vehículo

El vehículo elegido es un mini cooper E. Dispone de un motor eléctrico de 184 CV con una batería de 36,6 KWh perféctamente válida para cualquier recorrido urbano aunque algo pequeña si queremos realizar algún viaje.

La potencia del motor es más que suficiente y se dispone de una manera inmediata pulsando el acelerador. Hay un modo de funcionamiento en el que, cuando se levanta el pie del acelerador, el motor retiene y recarga la batería. El uso de esta función es opcional y se puede conducir sin ningún tipo de retención. En mi opinión personal prefiero que el vehículo no retenga nada y frenar normalmente cuando es necesario.

El consumo es bastante reducido y es bastante independiente del estilo de conducción. Lo que más le afecta es el frio exterior. En invierno puede gastar 2 KWh más a los 100 Km que en verano.

En el display se puede ver que, el consumo, es alrededor de 15 KWh a los 100 Km. Este consumo puede bajar hasta los 14 KWh en verano o primavera y subir hasta los 16 KWh en invierno frio. No suele pasar de estos límites. Con este consumo, a plena carga, tenemos una autonomía de 267 Km. Esta autonomía es perfectamente válida para cualquier recorrido urbano aunque se puede quedar corta si queremos hacer un viaje.

El consumo es bastante inferior al de un coche familiar ya que, al ser más pequeño tanto en tamaño como en batería, el peso es bastante inferior. Además ofrece una resitencia menor al aire lo que redunda en una reducción adicional del consumo. Según el ciclo WLTP este vehículo tiene un consumo de 13,8 KWh a los 100 Km lo cual se aproxima bastante al consumo en primavera o verano. Esto es normal porque, el ciclo WLTP, se calcula a una temperatura de 23 ºC lo que hace que no haya necesidad de calefacción y no se tenga en cuenta el efecto del invierno.

En la aplicación móvil se puede ver que, a plena carga y con el consumo actual, tiene una autonomía de 267 Km. El vehículo dispone de un conector para cargas rápidas. Aun así puede tardarse más de una hora en tener una carga aceptable. Es bastante difícil bajar de dos horas de carga si queremos cargarla completamente. En un cargador normal de 3,6 KW tardaría 10 horas para una carga completa, aunque es un caso extremo, lo normal es no agotar la batería totalmente.